El 70% de la carne consumida en Puebla proviene de rastros clandestinos: una amenaza para la salud pública
En Puebla, un alarmante 70% de la carne roja que se consume proviene de rastros clandestinos, una situación que pone en grave riesgo la salud pública. Esta carne, sacrificada fuera de los canales oficiales, carece de los controles sanitarios necesarios para garantizar su seguridad, lo que facilita la distribución de productos cárnicos contaminados. Entre las enfermedades que pueden transmitir este tipo de carne están la salmonelosis, la hepatitis A y la cisticercosis, todas asociadas a una manipulación y procesamiento inapropiados.
El problema se agrava por la falta de infraestructura adecuada en el estado, ya que 202 de los 217 municipios carecen de rastros municipales debidamente certificados y regulados. Esto ha permitido que los mataderos ilegales sigan operando sin ningún tipo de supervisión, lo que también favorece la comercialización de carne en condiciones insalubres. La carne proveniente de estos rastros clandestinos se distribuye a mercados y carnicerías de todo el estado, generando un riesgo constante para la población.
Las autoridades sanitarias han lanzado alertas, instando a la ciudadanía a tener precaución al comprar carne, sugiriendo que solo se adquiera en establecimientos que cuenten con las certificaciones sanitarias correspondientes. Además, han destacado la importancia de fortalecer la inspección y regulación de estos mataderos clandestinos para frenar la proliferación de carne no verificada. Sin embargo, la situación plantea la necesidad urgente de una solución integral que permita a los municipios contar con rastros oficiales adecuados para evitar la exposición de la población a productos cárnicos de riesgo.
